La definición y seguimiento de objetivos y resultados clave de forma saludable es un gran reto para las organizaciones. Esto se debe a que, en la mayoría de las empresas, la forma en que se lleva a cabo la gestión de resultados ya presenta disfunciones relacionadas con los desafíos organizacionales, como trabajar en silos, falta de claridad en la estrategia, cultura de competencia entre los empleados y tantos otros factores.
En la búsqueda de una mejor gestión de resultados, las empresas se enfrentan a los OKR, pero enfrentan algunas trampas, ya que solo la herramienta, sin un cambio de actitud y cultura, no traerá los mayores beneficios esperados.
¿Qué se necesita cambiar entonces?
¿Cuál es el secreto del éxito cuando se utilizan los OKR?
En este artículo, hablaremos sobre los principales supuestos para usar los OKR y qué beneficios están directamente relacionados con ellos.
Premisa #1
La gobernanza es la parte más importante de este marco de trabajo y a lo que nunca debemos renunciar. Los OKR deben seguirse en ciclos cortos y frecuentes porque así podremos identificar más fácilmente los problemas, cuellos de botella y oportunidades y, en consecuencia, tener una mayor capacidad de adaptación y cambio de rumbo.
Premisa #2
Es un marco de trabajo de cambio cultural, no es auditoría ni compliance. Los OKR no deben usarse para auditar el trabajo de una persona, tampoco para verificar si las personas están trabajando en lo que se les solicitó, o en cualquier dinámica de reconocimiento individual que indique el porcentaje de contribución de una persona.
Los OKR deben ser una herramienta que empodere a los equipos y aumente la capacidad de innovación de la organización. Para ello, es necesario entender que estos no buscan la certeza absoluta, sino un camino para la experimentación y validación de hipótesis.
Premisa #3
Se necesita una amplia transparencia y visibilidad para que los OKR funcionen bien. Deben ser de fácil acceso y comprensión, y todos los implicados en contribuir a su consecución deben tener acceso a los datos y avances, de esta manera la organización estará enfocada a los mismos resultados y con una estrategia clara.
Premisa #4
El mayor beneficio de los OKR es que se comparten. Los OKR que suelen tener más éxito son aquellos que movilizan a varias personas y equipos para buscar juntos las soluciones que facilitarán su consecución.
De hecho, en K21 generalmente no recomendamos el uso de OKR individuales o incluso los que solo pueden verse impactados por una sola área o departamento, con muy pocas excepciones, pero este es un tema para la próxima publicación.
Los OKR compartidos son una herramienta poderosa para promover la colaboración, la inteligencia colectiva, la motivación y la participación de las personas y, por consiguiente, reducir los silos y la competitividad en la organización.
Premisa #5
Los OKR no deben estar vinculados a compensaciones y bonificaciones, ya que son una herramienta de comunicación y compromiso para generar mejores resultados y alcanzar metas comunes. No se crearon para evaluar desempeño, compensación o bonificaciones.
Muchas empresas se enfrentan al reto de sustituir objetivos por OKR o gestionar la existencia de ambas herramientas. Aquí compartimos un poco más sobre cómo manejar este desafío si aún no puedes desvincular completamente los OKR de las bonificaciones.
Premisa #6
Los OKR no garantizan una estrategia de calidad, sino que proporcionan una forma de comunicar, operar y validar la estrategia. Cabe recordar que una buena estrategia es hecha por personas que conocen bien el mercado, los clientes y la empresa.
